Hagámonos cargo…

Aprendí que los niños no tienen concepción del tiempo. Esto los lleva a querer todo para YA!
No pueden entender todavía que las cosas tienen su tiempo y su debido proceso. Cuando no tienen lo que quieren YA, recurren a su única solución, llorar.

Hace algunos meses, cuando se estaba queriendo clasificar al mundial de futbol, en mi país, muchos nos quejábamos porque decíamos que la selección no tiene un entrenamiento constante, solo se reúnen 2 meses antes de las eliminatorias y nos parece obvio esperar derrotas en el campo de juego. Esto refleja la poca madurez de la dirigencia del fútbol y me atrevería a decir que la poca madurez de nuestro querido pueblo salvadoreño, es decir, la nuestra.

Ahora en medio de las elecciones, iniciamos el proceso de la segunda vuelta, todos, a excepción quizás solo de los mas fanáticos, sabemos que el estado de la política en nuestro país es bastante precaria. He llegado a escuchar que se anulará el voto porque no hay opciones buenas, por lo que me queda bien claro que la llamada "clase política" está muy desprestigiada.
Se leen comentarios que hay que ir a votar para mejorar al país, que de esto depende todo y quizás por comodidad, a pesar del desprestigio, dejamos el destino del país en manos de
esas malas opciones.

Lo curioso es que cuando pasan las elecciones, nadie habla de mejorar al país y regresando a lo que dije de los niños, nuestra actitud infantil se deja ver cuando creemos que todo puede tenerse ya, que lo mas fácil es pedirle un mejor país a los políticos, que se supone son los que se han hecho cargo de el y de su pueblo.
Cuando no sucede, tal como los niños, lloramos, sin entender que esto no se trata de tenerlo ya, que si queremos un mejor país, tenemos que empezar por nosotros mismos, es un proceso, un colectivo siempre es la suma de sus partes.

Los dirigentes políticos tienen su turno, las personas que ostentan los cargos van y vienen pero lo que permanece somos nosotros. En lugar de apostarle a los desprestigiados y continuar compartiendo en las redes sociales lo que dice bueno uno y lo que se dice del otro, apostémosle a lo que permanece y seamos consecuentes con nuestro descontento casi generalizado.

Se que por comodidad, lo mas fácil es pedir que un día, en las noticias matutinas nos despertemos viendo que "SuperPresidente" junto con "SuperAlcaldes" cambiaron al país y ahora somos todos felices, abundan los recursos y no hay violencia ni injusticia social. Pero siendo bien sinceros, los injustos no son solo los políticos, somos la sociedad, los violentos no son solo los políticos, somos la sociedad, los recursos no solo los tienen los políticos, los tenemos la sociedad.

¿Es que creemos que un presidente nos va a enfriar los ánimos cuando nos enojamos y queremos golpear y gritarle a otra persona? ¿Será que algún diputado genial nos va a enseñar a ser sinceros con nuestras parejas para no ser infieles? ¿Algún alcalde nos enseñará el valor de la amistad y de como ser buenos padres?

Apostémosle mejor a nuestra educación, no en colegios, universidades ni escuelas públicas, ni solo me refiero a la educación académica de aprender las tablas de multiplicar, casos de factoreo o manejo de finanzas, que si son útiles, pero la crisis actual no es de falta de matemáticos ni de economistas ni de conocimientos científicos, la crisis es de valores y por lo tanto, la educación a la que me refiero, debe ser educación en valores.

Tristemente, ya no se imparte formalmente en los colegios y menos universidades, pero si que se imparte en las relaciones del día a día.
El ejemplo recto calla cualquier boca, pasa por encima de cualquier burocracia y aunque pueda despertar las críticas de los mas holgazanes y acomodados, enciende los corazones de los buenos, y creo que de estos últimos somos los mas y no los menos como a veces creemos por las noticias amarillistas.

Por favor, y esto lo pido comenzando por el que estas palabras escribe, dejemos de compartir violencia, negatividad, chambres y habladurías políticas y sociales. Si vamos a hablar sobre algo o alguien, que nuestros actos sean lo suficientemente grandes antes de abrir la boca, sino, solo demostramos nuestra cobardía infantil ante nuestro propio destino...

Próspero año nuevo

20121224 - Navidad-8

Si no nos salimos del "huacal" de paradigmas en el que nos hemos criado todos los que vivimos en el mundo occidental, fácilmente podríamos inferir que la vida es nada mas un juego de transacciones, donde todo se puede comprar y por lo tanto todo está a la venta.
Bajo este punto de vista, lo único que cambia sería el precio de aquello que queremos comprar, que no siempre es en dinero, a veces nos cobra la vida entera en la forma mas directa que se puede convertir esta última: nuestro tiempo.
Ayer, platicando con buenos amigos en una cena, entendí que hay que salirnos de ese "huacal" podrido y muy poco funcional.
Que no todo en la vida está a la venta y por lo tanto no todo se puede comprar.
Que lo mas importante de nuestra vida ya lo tenemos entre manos.
Que más que buscar qué comprar en estas ofertas navideñas, tenemos que aceptar nuestras circunstancias actuales.
Que aceptarlas no significa ser conformista, es solo valorar lo que ya tenemos, saber donde estamos parados para poder caminar con rumbo cierto.
Que ser feliz es más ordenar la casa por dentro que comprarle pinturas de colores y adornos para colocarle por fuera.
A ordenar estratégicamente, por fuera pero especialmente por dentro para un nuevo 2014, tal vez así sea como decimos tan fácilmente a fin de año "un nuevo y próspero año nuevo"

El árbol gigante gigante…

Esta mañana, en medio de la trabazón, entendí porque la vida infantil es maravillosa....

Estábamos camino al kínder con Lucía, un día con mucho viento y frío, había un poco menos trabazón de lo usual, pero nunca faltan los embotellamientos en los que vamos por unos minutos a "vuelta de rueda"...

Antes de llegar a la primera trabazón, Lucía me iba contando entre varias interjecciones que varios de sus compañeros estaban "Muy muy enfermos..!!" y que "¡¡Ohhh noo!! Se golpeó la rodilla con el carro!!" y ¡"Ohhhh nooo!! el avión golpeó a Valeria!" (supongo que su imaginación es antojadiza...). Luego me dijo que "Para que ya no le duela, vamos a ponerle cinta adhesiva en su cabeza!.." y que "Podemos ponerle una curita para que ya no le duela la rodilla".

Al llegar al a trabazón, yo le dije "Lucía, los carros se han detenido! ¿Qué hacemos?" y ella me corrigió "No papi, los carros se están moviendo" (se refería a los que estaban en sentido contrario).
Luego de mis quejas, me dijo que quería jugar de animales... En medio de ruidos y gestos de animales, se nos fue la trabazón y al llegar al árbol de la paz me dijo "¡¡Paaaapiiiii!! Mira, el árbol gigante gigante está muy muy contento! Y se está riendo!!"
No pude mas que sonreír con ella (y presuntamente con el árbol), se me olvidó la trabazón, cualquier rollo que pudiera haber tenido y la cereza en el pastel de mi experiencia fue notar como se despedía sonriente y efusivamente del "árbol gigante gigante" y le decía "Nos vemos pronto árbol gigante gigante..."

cayó la noche…

Despierto en un campo frío, casi fangoso. El sol ya se oculta en el horizonte invisible, la neblina comienza a engrosarse sobre los campos. Al caminar siento frio en los pies, mi ropa está húmeda, sucia y desgarrada por quien sabe que revuelta. Extrañamente el cielo no tiene los característicos matices naranja que suelen acompañar la penumbra del atardecer, sino que en su lugar la noche nos da la bienvenida con unos últimos rayos de luz azul violeta.

La visibilidad ya es de unos cuantos metros hacia adelante y aunque se ve un paisaje tenebroso, no tengo miedo. Camino algunos metros y la curiosidad creciente que siento parece ser nada mas la máscara mas externa de una sensación de impotencia ante lo insólito del paisaje que descubro ante mis ojos: se trata de un cementerio de sueños…

¿Que ondas con la “clase política”?

En los últimos meses, incluso años he notado que buena parte de la población de mi país, se queja de la “clase política”. Dicen que son muy corruptos, que no tienen voluntad de trabajo y otras “chuladas” más. Yo coincido con que hay razones de sobra para sentirse decepcionado por la mayoría de personajes que desfila en estos puestos, pero creo que mejor que quejarse, es poner manos a la obra.

La “clase política”, como se la llama últimamente, no tiene generación espontánea, las personas que la componen no son extraterrestres venidos de otros planetas ni extranjeros. Todos son parte de la sociedad civil, estudiaron en los mismos colegios y universidades que los que no están en cargos políticos. Para arreglar la clase política, hay que arreglar la sociedad civil.

Mi conclusión al observar la situación es que los que están en estos cargos de mucho poder y poca transparencia tienen a su disposición bienes, fondos y decisiones que pueden beneficiar su bolsillo y su estatus sin mucho riesgo de exposición pública, es decir (en salvadoreño), que pueden robar, mentir y ser sobornados y es casi seguro que nunca nadie se dará cuenta.
Supongamos que tenemos varios hijos con hambre, problemas económicos, depresiones originadas por esto y apareciera una situación así… ¿Cuántos de nosotros tenemos la fuerza ética y moral para soportar una tentación de unos cuantos milloncitos? Hay muchos que seguramente le harían frente con entereza moral, pero muchos de los que solo critican, accederían sin ningún miramiento.

En resumen, el problema no es lo podrido de los políticos, es lo podrido de nuestra educación y nuestro entorno.

Decían los antiguos egipcios, que una de las 7 leyes del Universo es la Ley de Correspondencia: “así es arriba como es abajo”. La cual nos da la posibilidad de hacer analogías prácticamente de cualquier situación con la realidad que vivimos. Por eso es que hay mitos que reflejan realidades cotidianas y fábulas que siempre tienen enseñanzas profundas. Y apoyándome en esta ley, quiero hacer una analogía entre el sistema digestivo del cuerpo físico y el de las emociones y la mente.

El sistema digestivo del cuerpo físico sirve para alimentar y para nutrir al cuerpo. Si por ejemplo tenemos alguna dolencia y el médico nos pide hacernos un examen de sangre y nos sale el colesterol, los triglicéridos elevados y la glucosa por los cielos, el médico casi puede adivinar de qué nos estamos alimentando. Y es que de alguna manera, nuestro cuerpo se convierte en lo que comemos.
Lo mismo sucede con el sistema digestivo de nuestras emociones y mente. ¿Qué podemos asumir con respecto a nuestra alimentación si todo lo que vemos son actitudes infantiles de querer siempre estar “emocionado” y hacer solo lo que nos gusta y no lo que debemos? ¿Qué decir cuando vemos cada vez menos deseos pensar y de estudiar y de estar distraídos? Con esta analogía me hace mucho sentido todo lo que veo, no solo en los políticos, pues estos nada más han tenido la posibilidad fácil de corromperse, sino en la violencia diaria, la intolerancia, sectarismo, irresponsabilidad notoria en la sociedad civil.

Pienso que hay que trabajar desde ya, los que estamos en la plenitud de la vida para mejorar la calidad de alimentación de las nuevas generaciones, pues actualmente no hay comida de calidad. Platón decía que en la república perfecta, los jóvenes debían formarse con los ejemplos de los héroes, desarrollar la generosidad a través del voluntariado y cultivar su alma con la poesía y la música. Hoy la comida que abunda es pura tecnología materialista, redes sociales que nos convierten en seres tribales chambrosos buscando siempre los “likes” y “retweets” de la tribu y cada vez menos contenidos útiles para nutrirnos realmente. ¿Qué hay algunos que aun con todo esto viven éticamente? ¡Qué bueno! Tremendo sistema digestivo del que les dotó la naturaleza, pero para vivir sanos, eventualmente buscarán alimento de calidad en algún lado.

El mundo actual piensa más en celulares, velocidades de internet, moda y redes sociales que en valores. ¿De donde saldrán los futuros dirigentes de la sociedad civil y de la “clase política”? Deben ser nuevos y mejores, bien alimentados, fuertes y con mucho ejercicio, no solo físico, que finalmente es el menos importante, sino en esos otros planos tan sutiles que hemos llegado al atrevimiento de quitarles importancia. ¡Y vaya si esta actitud miope ha ocasionado problemas…!

Sobre la pregunta ¿hay personas buenas en El Salvador?

Recuerdo que cuando era niño, siempre me quejaba de haber nacido en El Salvador. Mi principal queja era que los juguetes que venían al país no eran ni cerca de modernos y sofisticados como los que yo había visto en un viaje que hice a Estados Unidos (estábamos en tiempo de guerra civil y las cosas eran muy diferentes al presente). También me quejaba por que no podía salir a la calle sin preocuparme que me robaran la bicicleta o la pelota, porque los centros comerciales no eran tan bonitos ni tenían tantos juguetes a disposición, porque no teníamos un canal de televisión dedicado a las caricaturas y la televisión por cable era bastante deficiente. Las computadoras estaban lejos de venir al público en general y en Estados Unidos había visto todo tipo de “gadgets” locos que hacían cualquier tipo de maravilla. Y finalmente, como mi viaje había sido a Disney World en Orlando, el mundo que había visto fuera de mi país era diametralmente opuesto al que vivía todos los días, considerando que a un niño lo que mas le interesa es el entretenimiento, divertirse y encima estábamos en tiempo de guerra.

Estoy seguro que muchos de los que esto leen se podrán sentir identificados con esos recuerdos de cuando siendo niños tenían esa sensación de desear haber nacido en otro país. Lo que me preocupa es que en la actualidad hay muchos adultos que se siguen sintiendo igual.

En lo personal he cambiado mucho mi visión, pues creo que es natural en un niño buscar siempre el entretenimiento, saberse dependiente de sus padres, viviendo en un mundo donde todo está hecho y está ahí solo para jugar con el. Es de esperarse que los criterios de juicio de un niño giren alrededor de su entretenimiento, pero a medida vamos madurando, las cualidades de las cosas que apreciamos en nuestra vida van transformándose y vamos adquiriendo algunos valores mas duraderos y profundos, lo que nos lleva a apreciar las cosas no solo por su estado actual, sino por su historia, y sobre todo por la relación que tienen con nuestra historia personal. Si hemos dejado el ombligo en una tierra, hemos conocido a familiares y amigos entrañables, hemos trabajado duro durante años para mejorar nuestra condición personal y colectiva, es indiscutible que esta actividad deja huella, y las huellas hacen historia. Pienso que el adulto ya no debe sentirse hijo de “papá gobierno”, si tenemos la sociedad que tenemos es porque eso somos y si bien hay muchas cosas que señalar y corregir, lo cierto es que acá estamos y la única forma de mejorar al país es mejorarnos a nosotros mismos. Esto no sucederá de forma masiva, sino individual y poco a poco. Solo llegaremos ahí teniendo sueños personales y siendo consecuente con ellos, viviendo con ética, trabajando sin pereza y conviviendo con tolerancia en todos lados y en privado.

Para mí ya no es tan fácil juzgar a mi querido país. Para irme de acá tendría que suceder un evento de fuerza mayor. Hay que ver la realidad con otros ojos y en lugar de ver solo negatividad, podemos hacer un esfuerzo y ver oportunidades de madurez, pues el Gobierno no es nuestro papá y las cosas en El Salvador están lejos de estar terminadas. En nuestras manos adultas está la responsabilidad de dejar de esperar solo recibir trabajos hechos y hacer; tal vez los salvadoreños de las próximas 5 o 6 generaciones vivirán en un país enderezado, no por magia, sino por el trabajo que haremos los que estamos hoy.

¿Qué me llevó a decir esto?

Soy miembro de Nueva Acrópolis desde hace algunos años y en este tiempo he conocido a muchos “locos” con los que compartimos el ideal de mejorar nuestro país y desde hace 6 años hemos aprovechado el contexto del Día Mundial de la Filosofía para hacer un concurso de fotografía que gire alrededor de algún tema de reflexión para el país. Me contaban los organizadores directos que es notable la negatividad que teníamos hace 6 años porque para el primer concurso llamado “Tolerancia”, recibimos casi un 100% de fotos mostrando “Intolerancia”. Al parecer, en los últimos años la tendencia ha ido moviéndose hacia lo positivo.

afiche redes sociales facebook

Este año el tema es “Héroes Cotidianos”, un tema que me ha llevado a reflexionar sobre nuestro país y sobre nuestra actitud hacia él y de ahí el título del post. En circunstancias extraordinarias, cuando corren peligro nuestros seres queridos, es relativamente natural volverse héroes. Pero ser héroes en lo cotidiano, en la intimidad de nuestros espacios privados, donde nadie te ve ni te lo reconoce, ante una realidad evidente que te lleva a darte cuenta que muy probablemente tus sueños no los verás cumplidos en vida, sino que trabajas por las futuras generaciones que aún ni conoces, eso es mucho mas difícil. Podría decir que quien hace esto, tiene grandeza de alma. Como decía una persona grande de nuestro tiempo:

“Hacer las cosas ordinarias, con un amor extraordinario” - Madre Teresa de Calcuta

Es justamente esto lo que busca capturar el concurso de fotografía, personas que en su día a día estén haciendo patria, sin propaganda, sin pompa, solo con el placer del deber cumplido. Se buscó la fotografía pues es uno de los medios artísticos que ha adquirido mucha influencia últimamente, pues con nuestros medios actuales de comunicación nos hemos acostumbrado a ver fotografías y es indiscutible que al ver una fotografía que inmortaliza un momento especial, hace eco dentro de nosotros.

El concurso ha sido (o será) cubierto por muchos medios: Hecho en positivo, Medio lleno, TCS – Cosas Buenas, Canal 12, Medios Juveniles, Periodico de la UTEC, Revista Talent Photo entre otros.

Las mejores fotos se expondrán durante 2 fines de semana en Multiplaza y luego de la premiación, se espera hacer una exposición itinerante en las casas de la cultura de todo el país, pues contamos con el apoyo de la Secretaría de Cultura de la Presidencia para esto.

El día de la premiación será en el Teatro Presidente y se dará un reconocimiento no solo a los fotógrafos, sino también a los héroes cotidianos retratados. Se invitará también a muchas entidades de la sociedad que tienen años de estar trabajando por un mejor país. La idea es que en una sola noche se puedan reunir a muchos salvadoreños que están haciendo, no solo esperando, un mejor El Salvador.

¿Te gusta la fotografía? ¡Participa! ¿Quieres un mejor país? Ayúdanos a difundir este mensaje para que seamos más los salvadoreños enterados de esta iniciativa.

Finalmente

Creo que todo en el Universo tiene una razón de ser, y si nacimos en El Salvador, asumamos como nuestro deber mejorar esta tierra, que es nuestra casa. Sintámonos herederos de los verdaderos padres de la patria Salvadoreña y sus ideales profundos que soñaban con un mejor país como Francisco Gavidia, Don Alberto Masferrer, Salarrué, Claudia Lars.

¿Extrovertido o Introvertido?

¿Qué es mejor?

Ninguna de las dos, simplemente son diferentes formas de apreciar el mundo y de reaccionar ante la estimulación social. Los extrovertidos necesitan una gran estimulación social para sentirse bien y satisfechos con lo que hacen; los introvertidos no la necesitan tanto y es mas, casi siempre preferirán situaciones de soledad o de compañía tranquila para poder interiorizar y navegar en la profundidad de su propio pensamiento.

Ser introvertido es diferente de ser tímido, pues el tímido tiene miedo de la reacción social ante su forma de pensar y ser, el introvertido simplemente no la necesita tanto.

Personalmente me identifico más con un ser introvertido que con uno extrovertido. Desde niño siempre me gustó el silencio y la soledad porque me permitían pensar y dialogar conmigo mismo. En la adolescencia fue un problema complicado congeniar mi natural inclinación a las compañías tranquilas o a la soledad, con la urgente y en algunos casos violenta presión del grupo por socializar constantemente, conocer nuevas personas y frecuentar bares y otros antros que suelen necesitar una energía mucho mas extrovertida. Yo siempre prefería salir a cenar y a conversar, generalmente con los mismos amigos cercanos.

Desde esos ahora lejanos años a la actualidad, creo que he hecho enormes esfuerzos por salir de la timidez (si, era tímido, no solo introvertido) y he aderezado mi vida con energías extrovertidas que me han abierto la puerta a otras formas de pensar y ver la vida, pero reconozco dentro de mi que mi inclinación natural sigue siendo la soledad y la introspección.

Sin embargo, en nuestro mundo actual, pareciera que se hacen enormes esfuerzos por empujarnos a todos a ser extrovertidos. No se hacen distinciones entre la timidez y la introversión y en muchas ocasiones en los círculos sociales se presiona a los introvertidos mediante la crítica e incomprensión. Cada vez más, ahora incluyendo las redes sociales, se nos estimula a estar siempre acompañados, siempre “conectados”, siempre compartiendo todo lo que hacemos y cada vez menos a callarnos, a estar solos, a disfrutar de unos minutos con nosotros mismos.

El fin de semana, fuera de San Salvador, me encontré con esta hoja que de lejos me empezó a coquetear... De esas fotos que no se pueden evitar :)

Casi todos los genios han creado sus maravillas a solas, luego de una enorme introspección. En nuestros dorados tiempos actuales, tanta estimulación ha llevado a que en EEUU (tristemente el modelo de muchas de nuestras sociedades) la mayoría de personas solo pueden concentrarse en una sola cosa por un máximo de 40 segundos.

En este mundo cada vez más superficial, yo me pregunto… ¿Quién escribirá los próximos Quijotes? ¿Habrá por ahí algún Alejandro Dumas, un Tolstoi? Lo mas seguro es que siempre haya alguien por ahí desafiando la corriente, pero no creo que la fiebre loca por tener un aparato cada vez mas rápido, para compartir las cosas cada vez mas frecuentemente nos esté ayudando a todos como sociedad en forma global.

Hay momentos para todo, es súper útil contar con redes sociales para comunicarnos y mantenernos al tanto de algunas cosas sobre los seres queridos, pero también es súper útil contar con espacios de soledad y reflexión, y en relación a los últimos, definitivamente estamos contra la corriente…

Más para abonar al punto

He escrito esto porque comparto en mucho la visión de Susan Cain quien en este video habla sobre el poder de los introvertidos en una sociedad que nos trata de hacer extrovertidos a todos. Escucharla hablar me recordó mis tiempos de infancia y adolescencia y espero que la disfruten tanto como yo.