Ética o Cosmética

(Este es parte de una serie de posts que espero publicar semanalmente en los que expondré lo mas aterrizado que pueda, algunas reflexiones de filosofía práctica que me han ayudado a vivir una vida mas enfocada en lo que para mí importa más)

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Antes que nada quiero pedirles un poco de imaginación, paciencia y si se puede creatividad para pensar libre de prejuicios y con mente abierta. Cualquier comentario es bienvenido!

¿Cuando estamos viviendo?

Esta pregunta parece rara. Lo mas fácil es contestar “cuando mi corazón palpita”, pero mi intención no es referirse a la vida meramente física, sino a una vida un poco mas profunda y si se quiere, más abstracta, pero no por eso menos real.

Nosotros los seres humanos tenemos diferentes experiencias de vida, cada una de ellas con diferente “calidad”. Al decir “viviendo”, me quiero referir a esos momentos en donde hay mayor calidad de vida, no porque sean momentos felices nada mas, es porque son aquellos momentos que cuando vemos hacia atrás, quedan grabados en nuestra memoria como momentos vivos, estampados en nosotros.

Desde esta perspectiva no estamos viviendo todo el tiempo, pues hay momentos tan inconscientes, que bien podríamos eliminarlos de la experiencia y nunca haberlos vivido y seguiríamos siendo los mismos de hoy.

¿Que hace que algunos momentos sean vivos y otros sean inertes?

Los momentos inertes bien podrían no pertenecernos, pues es como si nosotros no estuvimos presentes realmente. En mi propia forma de pensar creo que es algo así, pues a menos que estemos conscientes de lo que nos está pasando en un momento preciso (como cuando nos machucamos un dedo), las experiencias no se graban fuertemente en nuestra conciencia, sino que simplemente pasan.

Cuando estamos presentes es cuando lo que sucede nos compete directamente  a nosotros, sea para salvar nuestras vidas (siempre son momentos inolvidables!), para conocer un lugar nunca antes visto o ver el desenlace de un evento muy esperado. Como sea, son momentos vivos, en los que la circunstancia nos obliga a estar presentes, a prestar atención a lo que sucede y entonces recordar. Y de entre todos los recuerdos, vivir en el mas alto sentido de la palabra sería el conjunto de recuerdos que te hacen sentirte mejor con solo recordar; un logro, un momento difícil bien manejado, un momento de mucho valor y coraje. Es como si la memoria no solo trajera datos e información, sino vivencias que enriquecen el momento y que son “carnita” para comer en los momentos de dolor que siempre aparecen.

3473treasure De toda esta reflexión sobre los momentos que yo llamo “vida”, pienso que éstos tienen algo en común: apuntan hacia arriba. Y como todo lo que sube, éstos momentos son mas “caros” en trabajo que los otros que bajan, pues aunque nuestra esencia (alma, espíritu o como quiera llamársele a eso superior que todos tenemos dentro) tiende hacia arriba, el peso de nuestras pasiones e instintos jalan hacia abajo.

Tanta comunicación que tenemos hoy en día y es triste ver que tanto papel, tinta, tiempo y palabras se invierten en contar el número de muertos diarios que hay en X o Y municipio y creo que a nuestro país le haríamos mas bien alentar a vivir apuntándole hacia arriba que enfocarse únicamente en lo negativo y señalar sin hacer.

Cosmética

Definida como el arte de aplicar preparados para preservar o embellecer el “cutis”. Observando mis propias actitudes y las de algunos que me rodean, pienso que este afán de embellecer los cuerpos por fuera, también ha hecho mella en querer maquillar las realidades por dentro.

Es fácil hablar, señalar y criticar. En el campo político este juego viene dándose desde que tengo uso de razón y se nota a leguas que si es que hay algunos bien intencionados, la maquinaria está tan corrupta que seguramente los opacan, los sacan y no los dejan trabajar; no les conviene.

Lo cierto es que las palabras nunca han cambiado la historia y un país está compuesto de sus ciudadanos. En lugar de estar esperando que todo este color de rosa en las esferas corruptas de los tristemente llamados “padres de la patria”, habría que ponernos a trabajar en nuestro ámbito personal desde ya. Cada vez que nos proponemos algo y no lo hacemos por haraganería, por que es muy difícil o porque “otros” lo harán, estamos siendo cosméticos y abonamos a que en lo colectivo sigamos siendo mediocres.

"El mundo se está hundiendo bajo el peso de tantas palabras” oí decir un día, y ojalá tuviéramos este mensaje mas claro en nuestras decisiones personales día a día. No para señalar hacia afuera, sino hacia adentro. No seamos hipócritas con nosotros mismos, cuando la conciencia alumbra por dentro, sepamos reconocer nuestras debilidades y trabajémoslas con honor y paciencia.

Confiamos en la transparencia

Si la cosmética es por fuera, la ética es por dentro. Es refrescante reconocerse falible, defectuoso, no porque esta verdad no duela en el ego y en las consecuencias que trae serlo, sino porque pisamos tierra; y para caminar seguro, es indispensable este primer paso: aterrizar.

Sólo una filosofía de vida en la que los ojos estén apuntando hacia arriba pero caminando sobre tierra firme nos dará solvencia moral para con nosotros mismos y con las futuras generaciones. Es una falacia pensar en un futuro con mejores recursos tecnológicos únicamente, sin pensar primero en una mejor educación que comience con los que ya estamos vivos pues esta comprobado psicológicamente que los seres humanos captamos un lenguaje invisible. Cuando alguien nos habla y no vive lo que predica, el ojo despierto se da cuenta que está siendo engañado.

No es sorpresa el hecho que los jóvenes ya no creemos en la política, tal cual se estila hoy en día. Una muestra es las estadísticas de abstinencia en las votaciones de los años pasados.

¿Para arriba o para abajo?

Alberto MasferrerHazte un cristal” – Alberto Masferrer

Este señor, conocido por muy pocos en su forma profunda de pensar, ver y soñar a los salvadoreños. Habló claro, profundo pero casi nadie le escuchó.

A ver si algún día en lugar de preguntarnos la fecha de su nacimiento en la primaria o secundaria, nos enseñaran a pensar y soñar como el y los que le siguieron(Salarrué, Claudia Lars, Gavidia) y aunque sea pisarles los talones en estatura moral. Seguramente así, tendremos un mejor país.

Al final, la decisión es personal y muy profunda, pues radica en tus intenciones. Seguimos maquillando la vida con la cosmética o nos dedicamos a levantarla con Ética y con valores vivos, no de diccionario…