Próspero año nuevo

20121224 - Navidad-8

Si no nos salimos del "huacal" de paradigmas en el que nos hemos criado todos los que vivimos en el mundo occidental, fácilmente podríamos inferir que la vida es nada mas un juego de transacciones, donde todo se puede comprar y por lo tanto todo está a la venta.
Bajo este punto de vista, lo único que cambia sería el precio de aquello que queremos comprar, que no siempre es en dinero, a veces nos cobra la vida entera en la forma mas directa que se puede convertir esta última: nuestro tiempo.
Ayer, platicando con buenos amigos en una cena, entendí que hay que salirnos de ese "huacal" podrido y muy poco funcional.
Que no todo en la vida está a la venta y por lo tanto no todo se puede comprar.
Que lo mas importante de nuestra vida ya lo tenemos entre manos.
Que más que buscar qué comprar en estas ofertas navideñas, tenemos que aceptar nuestras circunstancias actuales.
Que aceptarlas no significa ser conformista, es solo valorar lo que ya tenemos, saber donde estamos parados para poder caminar con rumbo cierto.
Que ser feliz es más ordenar la casa por dentro que comprarle pinturas de colores y adornos para colocarle por fuera.
A ordenar estratégicamente, por fuera pero especialmente por dentro para un nuevo 2014, tal vez así sea como decimos tan fácilmente a fin de año "un nuevo y próspero año nuevo"

El árbol gigante gigante…

Esta mañana, en medio de la trabazón, entendí porque la vida infantil es maravillosa....

Estábamos camino al kínder con Lucía, un día con mucho viento y frío, había un poco menos trabazón de lo usual, pero nunca faltan los embotellamientos en los que vamos por unos minutos a "vuelta de rueda"...

Antes de llegar a la primera trabazón, Lucía me iba contando entre varias interjecciones que varios de sus compañeros estaban "Muy muy enfermos..!!" y que "¡¡Ohhh noo!! Se golpeó la rodilla con el carro!!" y ¡"Ohhhh nooo!! el avión golpeó a Valeria!" (supongo que su imaginación es antojadiza...). Luego me dijo que "Para que ya no le duela, vamos a ponerle cinta adhesiva en su cabeza!.." y que "Podemos ponerle una curita para que ya no le duela la rodilla".

Al llegar al a trabazón, yo le dije "Lucía, los carros se han detenido! ¿Qué hacemos?" y ella me corrigió "No papi, los carros se están moviendo" (se refería a los que estaban en sentido contrario).
Luego de mis quejas, me dijo que quería jugar de animales... En medio de ruidos y gestos de animales, se nos fue la trabazón y al llegar al árbol de la paz me dijo "¡¡Paaaapiiiii!! Mira, el árbol gigante gigante está muy muy contento! Y se está riendo!!"
No pude mas que sonreír con ella (y presuntamente con el árbol), se me olvidó la trabazón, cualquier rollo que pudiera haber tenido y la cereza en el pastel de mi experiencia fue notar como se despedía sonriente y efusivamente del "árbol gigante gigante" y le decía "Nos vemos pronto árbol gigante gigante..."

cayó la noche…

Despierto en un campo frío, casi fangoso. El sol ya se oculta en el horizonte invisible, la neblina comienza a engrosarse sobre los campos. Al caminar siento frio en los pies, mi ropa está húmeda, sucia y desgarrada por quien sabe que revuelta. Extrañamente el cielo no tiene los característicos matices naranja que suelen acompañar la penumbra del atardecer, sino que en su lugar la noche nos da la bienvenida con unos últimos rayos de luz azul violeta.

La visibilidad ya es de unos cuantos metros hacia adelante y aunque se ve un paisaje tenebroso, no tengo miedo. Camino algunos metros y la curiosidad creciente que siento parece ser nada mas la máscara mas externa de una sensación de impotencia ante lo insólito del paisaje que descubro ante mis ojos: se trata de un cementerio de sueños…

¿Que ondas con la “clase política”?

En los últimos meses, incluso años he notado que buena parte de la población de mi país, se queja de la “clase política”. Dicen que son muy corruptos, que no tienen voluntad de trabajo y otras “chuladas” más. Yo coincido con que hay razones de sobra para sentirse decepcionado por la mayoría de personajes que desfila en estos puestos, pero creo que mejor que quejarse, es poner manos a la obra.

La “clase política”, como se la llama últimamente, no tiene generación espontánea, las personas que la componen no son extraterrestres venidos de otros planetas ni extranjeros. Todos son parte de la sociedad civil, estudiaron en los mismos colegios y universidades que los que no están en cargos políticos. Para arreglar la clase política, hay que arreglar la sociedad civil.

Mi conclusión al observar la situación es que los que están en estos cargos de mucho poder y poca transparencia tienen a su disposición bienes, fondos y decisiones que pueden beneficiar su bolsillo y su estatus sin mucho riesgo de exposición pública, es decir (en salvadoreño), que pueden robar, mentir y ser sobornados y es casi seguro que nunca nadie se dará cuenta.
Supongamos que tenemos varios hijos con hambre, problemas económicos, depresiones originadas por esto y apareciera una situación así… ¿Cuántos de nosotros tenemos la fuerza ética y moral para soportar una tentación de unos cuantos milloncitos? Hay muchos que seguramente le harían frente con entereza moral, pero muchos de los que solo critican, accederían sin ningún miramiento.

En resumen, el problema no es lo podrido de los políticos, es lo podrido de nuestra educación y nuestro entorno.

Decían los antiguos egipcios, que una de las 7 leyes del Universo es la Ley de Correspondencia: “así es arriba como es abajo”. La cual nos da la posibilidad de hacer analogías prácticamente de cualquier situación con la realidad que vivimos. Por eso es que hay mitos que reflejan realidades cotidianas y fábulas que siempre tienen enseñanzas profundas. Y apoyándome en esta ley, quiero hacer una analogía entre el sistema digestivo del cuerpo físico y el de las emociones y la mente.

El sistema digestivo del cuerpo físico sirve para alimentar y para nutrir al cuerpo. Si por ejemplo tenemos alguna dolencia y el médico nos pide hacernos un examen de sangre y nos sale el colesterol, los triglicéridos elevados y la glucosa por los cielos, el médico casi puede adivinar de qué nos estamos alimentando. Y es que de alguna manera, nuestro cuerpo se convierte en lo que comemos.
Lo mismo sucede con el sistema digestivo de nuestras emociones y mente. ¿Qué podemos asumir con respecto a nuestra alimentación si todo lo que vemos son actitudes infantiles de querer siempre estar “emocionado” y hacer solo lo que nos gusta y no lo que debemos? ¿Qué decir cuando vemos cada vez menos deseos pensar y de estudiar y de estar distraídos? Con esta analogía me hace mucho sentido todo lo que veo, no solo en los políticos, pues estos nada más han tenido la posibilidad fácil de corromperse, sino en la violencia diaria, la intolerancia, sectarismo, irresponsabilidad notoria en la sociedad civil.

Pienso que hay que trabajar desde ya, los que estamos en la plenitud de la vida para mejorar la calidad de alimentación de las nuevas generaciones, pues actualmente no hay comida de calidad. Platón decía que en la república perfecta, los jóvenes debían formarse con los ejemplos de los héroes, desarrollar la generosidad a través del voluntariado y cultivar su alma con la poesía y la música. Hoy la comida que abunda es pura tecnología materialista, redes sociales que nos convierten en seres tribales chambrosos buscando siempre los “likes” y “retweets” de la tribu y cada vez menos contenidos útiles para nutrirnos realmente. ¿Qué hay algunos que aun con todo esto viven éticamente? ¡Qué bueno! Tremendo sistema digestivo del que les dotó la naturaleza, pero para vivir sanos, eventualmente buscarán alimento de calidad en algún lado.

El mundo actual piensa más en celulares, velocidades de internet, moda y redes sociales que en valores. ¿De donde saldrán los futuros dirigentes de la sociedad civil y de la “clase política”? Deben ser nuevos y mejores, bien alimentados, fuertes y con mucho ejercicio, no solo físico, que finalmente es el menos importante, sino en esos otros planos tan sutiles que hemos llegado al atrevimiento de quitarles importancia. ¡Y vaya si esta actitud miope ha ocasionado problemas…!