de mi cabeza al mundo

Ayer por la noche escuchaba por la radio a un sacerdote católico hablar sobre la crisis que está viviendo el mundo. Esta enorme crisis de valores que está sumiendo, sobre todo a los jóvenes, en un remolino de violencia, depresión y desesperanza ante lo que pueda venir en el futuro. Hizo mención de algo que me llamó muchisimo la atención, de la necesidad de "salpicar" y no solo de "informar". Y es sobre esto que quiero reflexionar un poco.....
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Si pudiera decir, a mi juicio, que es lo que mejor define a un ser humano en comparación con los animales mamíferos, yo contestaría que su "libre albedrío", su capacidad de decidir fundamentada en el proceso racional, la "razón".
En nuestros tiempos, desde que entramos en kinder, nos enseñan a razonar. Comenzamos a darle nombre a las cosas, relacionando un sujeto (nosotros) con un objeto (las cosas nombradas). Desde kinder hasta la universidad, los maestros se enfocan en desarrollar al máximo esa capacidad de raciocinio lógico. Y es así como aprendimos a sumar, restar, dividir y a hacer integrales triples con tendencia al infinito. ¿¿Usamos la razón?? Yo diría que si.
¿Que relación hay entre la razón y los valores?
No es que estén peleados, al contrario, quizas los últimos no podrían existir sin la primera. El problema es en la importancia extrema que le damos a la razón sin tomar en cuenta nada mas.
Yo encuentro una fuente filosófica interesante cuyas ideas, deformadas a lo mejor, pudieran haber inundado la concepción de la educación "moderna". Me refiero al racionalismo de Rene Descartes, en el siglo XVI, que con su frase "pienso, luego existo" inmortalizó su visión.
En nuestro país, El Salvador, he escuchado muchas veces de organizaciones internacionales, partidos políticos, ONG's, que tienen muy buenas iniciativas para mejorar la situación, pero por alguna razón no funcionan del todo.
Acá quiero traer de nuevo la frase del sacerdote: "salpicar" y no solo "informar". Todas estas entidades, no dudo que sean muy profesionales en cuanto a organizar y planificar eventos de ayuda, probablemente dentro de ellas encontremos gente muy preparada para administrar proyectos, preparación de campañas de publicidad, pero algo está fallando y en mi opinión, se debe a que solo "informamos" y no estamos "salpicando".
El "pienso, luego existo" probablemente ha llegado hasta nuestros días ya que lo que yo veo es mucho entusiasmo en hacer algo, muchos planes fabulosos que solo llegan a lo mucho a intentar algo real. Si ha habido raciocinio, sí ha habido pensamiento, pero ¿estos proyectos llegan a existir realmente?.
Al principio dije que el ser humano se diferencia de los animales en que piensa y razona. Es cierto, pero no solo es pensar, hay que existir. Y en esto no coincido con Descartes, en que solo por el hecho de pensar, existo. Creo que para existir hay que tener el valor de aterrizar lo que se piensa y ponerlo en práctica. El mundo esta lleno de buenos proyectos, pero carece de la determinación de muchos para volverlos realidad, para hacerlos "existir". No necesitamos mas proyectos, a veces ni necesitamos mas conocimiento técnico, necesitamos "salpicar". Si vieramos a los grandes líderes de la historia, todos cumplieron la formula de armonizar lo que se piensa con lo que se dice y sobre todo con lo que se hace. Y quizas es eso lo que nos falta hoy en dia.

Necesitamos gente que no solo sueñe con algo mejor y piense como llevarlo a cabo sino que se ponga los pantalones y empiece a caminar, "salpicando" a los jovenes que deja a su paso de ese "entusiasmo vivo".
El "informar" es importante, pues pone en contacto con lo que se busca, pero sin "salpicar" dificilmente veremos un cambio real en el mundo que vivimos. Hay que contagiar el entusiasmo, cuyo origen etimológico es EN-THEOS-IASMOS, que significa En Presencia de Dios.


Creo que a esto se refería el sacerdote que escuché ayer por la noche, de cuyo nombre lastimosamente no me pude enterar, y es que lo que nos diferencia de los animales, ademas de la razón, es esa capacidad de concebir algo superior a nosotros que nos trasciende, eso que llamamos Dios. Si un hombre está con los ojos puestos en el cielo, sea donde sea que se encuentre, pero con los pies bien firmes en la tierra, no dudo que la resultante necesaria será caminar y su consecuencia: "salpicar".......